
Desde mi ventana veo el mundo que hay fuera y que dicho sea de paso no me aporta alegría ni confianza.
Vivimos toda la vida para sobrellevar el día a día a riesgo de nuestra propia locura y cuando logramos conseguir lo que queremos el destino nos lo arrebata.
Veo pasar a las personas andando deprisa, mirando sus teléfonos e ignorándose los unos a los otros. Desde mi panorama no crítico ni juzgo, (sólo faltaría), pero sí que me he convertido en una gran observadora de todo aquello que me rodea. Me apena ver a los ancianos haciendo su mayor esfuerzo por caminar con cuidado negándose a ser apartados del mundo, queriendo reivindicar su sitio en esta tierra. ¡Qué injusta es la vida y qué cruel! Por mucho que se haya vivido nos negamos a envejecer y nos negamos a irnos a pesar de que el ángel de la muerte esté a nuestro lado. La vejez es triste.
Hoy hemos hablado de las emociones, de como aceptarlas y de como nos guían hacia lo más íntimo de nosotros.¿ Pero qué pasa cuando no sentimos, cuando nuestro cuerpo es frío e inerte? ¿ Qué pasa cuando golpeamos a cada una de las emociones que vienen hacia nosotros hasta alejarlas? Es una pregunta sin respuesta. Todo el mundo siente aún yo misma que me encuentro muerta. El vacío es lo más doloroso, ese desierto en el que caminamos por la vida cada día sin destino al que llegar. Un destino, una ilusión, un porqué, una explicación que resulte plausible y nos haga volver a la realidad.
Miro a esa persona dañada que un día pensó que no merecía la pena seguir e intentó irse en silencio. La miro porque gracias al destino su acto se trucó y pienso en la alegría de que todo le saliera mal. Esa persona joven y con toda la vida por delante. ¿Qué es lo que la lleva a tal desesperación? .
Por mucha angustia y melancolía que sintamos nada es tan grave cómo para desistir de la vida.
Sigo mirando por la ventana y veo todo como una película realista con un final incierto. Aún no veo la salida pero ya voy de camino. También voy conociéndome y por qué soy como soy, ya veo en mis ojos mi sufrimiento y ahora sé entenderme. Sólo necesito tiempo.
Aquel que nunca ha sentido, jamás habrá vivido.
E. M§
- mi_edad_perfecta
- @conmdesanchez
- https://www.facebook.com/helena.sanchez.90281
- elemusan@gmail. com