Publicado en Entretenimiento

Pequeña….

Nunca fué una niña popular y su mayor deseo en la vida era ser feliz. Nada más y nada menos que vivir feliz y formar una familia. Pero el destino no tenía en mente esa dicha para ella y le guardaba, por contra, una vida llena de dolor.

Su vida no fué facil porque cuando se actúa con el corazón la gente se aprovecha, el mundo la trataba cómo un saco de boxeo y se creían con el derecho, equivocadamente, a ser egoistas con ella.

Ella no tenía derecho a protestar, a decir «no», a contradecir porque no era lo suficientemente fuerte cómo para enfrentar la decepción del otro.

Ella fué buena sin parangón y por eso sufría. Sufrió con sus parejas, sufría con su entorno y lloraba por acciones de otros que le incunvían a ella.

Pero llegó un día que cortó cualquier lazo con los malvados y empezó a actuar con intelecto más que con corazón y se dió cuenta que si ella no se respetaba nadie la respetaría.

Estaba empezando una nueva vida rompiendo moldes y aunque se sentía asustada igualmente estaba eufórica por su nueva iniciativa.

¡Cuánto tiempo desperdiciado por quien no había merecido la pena!

Y es que cuando te das cuenta que los momentos restados de tu dicha son causados por otro, el alma se te encoge de dolor.

Pero ella ahora se conoce y está segura de lo que quiere y a lo que aspira en su vida, por eso desde hace algún tiempo camina por una senda distinta llena de decisiones propias que mal o bien son las que ha elegido sin coacción de nadie.

E. M§

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Autor:

He aprendido a disfrutar con las cosas pequeñas que no tienen precio, todo lo que se puede comprar carece de valor en mi alma.

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