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La palomita solitaria..

La pobre palomita siempre sola en el mismo sitio. Cada día la veo en la misma calle paseando de arriba a abajo y picoteando el suelo buscando algo que llevarse a la boca.

A las palomas se las conoce como animales sucios y portadores de infecciones pero aunque así sea son seres vivos y como tales tienen derecho a la vida y derecho a compartir nuestro espacio. Nosotros hemos invadido montes y bosques construyendo sin ton ni son casas y chalets sin miramiento alguno por la la fauna por lo que ellos poco a poco se nos han ido acercando buscando sustento cada vez más mínimo en sus hábitats naturales.

Bebía de charquitos que se formaban cuando pasaban los empleados municipales de limpieza y regaban la calle, a veces hasta la veía darse un chapuzón.

No debía caer bien al resto de sus congéneres porque siempre la veía solita y a veces la picoteaban para que no comiera con el resto. ¡Me daba tanta pena que casi siempre bajaba una botellita de agua y en el tapón le ponía una poquita para que bebiera ella solita!. Me entristece ver como incluso en el mundo animal hay bulling y desprecio hacia otras de sus compañeras.

Un día la palomita desapareció por días y yo me puse triste, por un momento se me pasó por la cabeza que alguna gaviota, en la calle también solían venir gaviotas buscando comida, se la hubiera comido porque éstas cuando el hambre apretaba solían atacar a las palomas.

Después de cinco días, yo había dado ya por hecho de que la palomita había muerto, la veo en la calle con una patita solamente. Se me partió el alma,  habría tenido algún percance y se le había amputado una de sus patas. No pude contener las lágrimas y subí corriendo a mi casa a bajarle agua y migas de pan por si tenía hambre. Sé que no se les puede dar comida pero me resistía a no ayudarla, así que puse todo en un rincón sólo para ella.

Empezaron a llegar otras palomas y empezaron a picotearla para apartarla de la comida pero de pronto aparece otra paloma preciosa toda gris clarito y con la cabeza completamente blanca como si vistiera un casco de moto, que peleó y espantó a todas las palomas excepto a la pobre palomita. Estuvo con ella guardándole las espaldas mientras comía y después comió y bebió ella.  Cuando ambos animalitos acabaron me miraron como dándome las gracias y partieron las dos juntas volando encima de mi cabeza. Me sentí feliz porque sabía que ya no estaría solita ni desprotegida la palomita.

Siempre me quedó una pregunta sin respuesta ¿por qué no querían a la palomita y la apartaban del grupo?

Y es que a veces no pasa nada por pedir ayuda, eso no significa que tú no seas fuerte, pero cuando la vida te ataca en tropel no te demeritas por demandar apoyo y que te enchuflen fuerzas.

E. M❤️

¡RECORDAD SER FELICES!

Autor:

He aprendido a disfrutar con las cosas pequeñas que no tienen precio, todo lo que se puede comprar carece de valor en mi alma.

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