
Los que estamos pasando por alguna situación emocionalmente horrible no necesitamos que nadie nos diga las cosas que nosotros ya interiormente nos las hemos dicho muchas veces, ni siquiera queremos que nos entiendan ya que hasta que no pasas por una situación así es muy difícil ponerse en nuestros zapatos, sólo queremos que nos escuchen sin juzgarnos, que nos apoyen sin un porqué y que se queden a veces en silencio a nuestro lado.
«Tú puedes, no pasa nada, se te pasará, es una tontería que te preocupes por eso» y tantas y tantas frases que se dicen de una manera automática intentando ayudar cuando en realidad lo que hacen es mucho más daño.
Todos nosotros nos aislamos ante el mundo, nos autorrecluimos en nuestras casas y sólo así nos sentimos seguros. El simple hecho de hablar y sociabilizar es una montaña imposible de escalar.
Vivimos al día porque el futuro es muy incierto y nos daña, intentamos pensar a corto plazo para así pasito a paso ir sobrellevando el día a día.
El mundo es autodestructivo, las personas son malvadas y cada vez la humanidad va desapareciendo porque va desapareciendo el mundo.
Pienso en mi vida anterior muchas veces y casi no la reconozco, era otra persona, quizás tenía una felicidad ficticia que ahora descubro.
Vivamos la vida minuto a minuto para saborear cada instante y no juzguemos más.
E. M§
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