La fortaleza del débil.

Te llaman frágil porque amas, porque padeces por los demás, porque te preocupas por el entorno, porque odias las discusiones pero están equivocados, la fuerte eres tú. Lo más sencillo en esta vida es hacer validar tu opinión a base de gritos o posturas groseras pero lo díficil es el autocontrol.

Te llaman débil por tener tanta seguridad en una misma que no hace falta demostrar nada con palabras ya que tus actos te preceden. Muchas personas tratarán de tapar este valor tuyo con la etiqueta de endeble pero los equivocados son ellos. Las discusiones no llevan a ningún sitio, al contrario, definen a las personas. El silencio es un valor en decadencia que muchos ignoran pero cuando no hay nada bueno, honesto ni bueno que decir es mejor callar.

Te llaman débil por no acallar comentarios y por no defenderte pero se defiende quien han hecho algo malo entonces ¿para qué jugar a su juego si tú tienes la conciencia tranquila?

Me hace gracia que haya personas que llaman a otras frágiles o débiles cómo insulto o cómo sinónimo de pusilánimes cuando no tienen ni idea del valor de cada palabra. El fuerte es aquel que demuestra debilidad y pilla al enemigo por sorpresa y por contra el que inicia la batalla con fuerza brava es el que suele perder la guerra. Las guerras se ganas con estrategias mucho más fácilmente que con contiendas.

Cuando te digan débil cómo insulto tú respondes «muchas gracias» 😉😉

«Nuestros complejos son la fuente de nuestra debilidad, pero con frecuencia, son también la fuente de nuestra fuerza» (Sigmund Freud)

«¿Qué hace débil a las personas? La necesidad de ser aceptado por los demás a cualquier precio»             (Paulo Cohelo)