Una coartada para sobrevivir, una excusa para seguir aprendiendo todo lo que quieras. Tienes una edad pero no hay edad que impida un nuevo comienzo. Tienes mucho que enseñar al mundo porque lo que te diferencia del resto es tu manera de ser.
Un buen hombre sobrevivía con un rebaño de ovejas que contaba cada día para que no se le perdiera ninguna. Una mañana cuando las llevaba a pastar rutinariamente las empezó a contar dándose cuenta de que le faltaba una oveja. Sorprendido ante tal hecho lo dejó pasar pues bien pudiera ser que se hubiera alejado del rebaño y algún lobo la hubiera atacado.
Al día siguiente le volvió a faltar otra oveja y así cada día iba perdiendo una res. Al mismo tiempo que él tenía menos ganado el vecino de al lado tenía más, hecho del cual el granjero se percató. No tenía manera de probar que eran sus ovejas y con resignación se fue quedando poco a poco sin ninguna res. El vecino se jactaba ante los ojos del pobre pastor del gran rebaño que tenía y cómo le reportaba muchas más ganancias.
El pobre hombre se encontraba sin ovejas y sin trabajo. Hacerse de nuevo con un rebaño era muy costoso y su familia necesitaba comer. Así de esta manera dejó su pasiôn y empezó a trabajar en una empresa de transportes conduciendo un camión de gran tonelaje.
Era tan bueno en su trabajo que el jefe le daba muchos encargos y con su trabajo pudo empezar a ahorrar hasta comprarse su propio camión. Trabajaba muy duro y cada día llegaba a casa agotado pero como era su propio jefe eso le hacía sentirse bien. El vecino ladrón se burlaba porque lo veía esforzarse sobremanera y estaba casi todo el día fuera de casa pero al buen hombre no le importaba porque tenía una hoja de ruta en su mente que no descuidaba. Empezó a ganar tanto dinero que pudo comprar una gran flota de camiones contrató a mucha gente para su negocio, se mudó de casa a una mejor y su familia vivíó cómoda. Él disfrutaba mucho más de su familia y su negocio iba cada vez mejor.
Cuando el ladrón de ganado vió el crecimiento del vecino se moría de la envidia porque su trabajo no le daba para contratar a ningún ayudante y tenía que llevar a pastar cada día a su rebaño.
No todo el mundo consigue lo mismo teniendo las mismas armas. El buen hombre comprendió que de las vicisitudes negativas de la vida puede salir algo bueno.
Hay episodios en nuestra vida que son dolorosos, injustos, dañinos y que nos hacen desconfiar de todo y de todos pero la verdad es que no sabemos lo que el destino nos tiene preparado. Ahora lo que estás viviendo es algo doloroso pero quizás es el camino hacia algo mejor. Si no estás en tu mejor momento y pasas por altibajos de emociones ten por seguro que es el preámbulo para convertirte en un ser mejor. Todo pasa por algo así que no desesperes y aprovecha cualquier ayuda que venga disfrazada de oportunidad. Nos echamos las manos a la cabeza cuando tropezamos con un muro pero en vez de llorar por lo malo que tenemos hemos de gastar toda nuestra energía en seguir adelante y saltar ese muro. Cuando lo saltes quizás no será de la manera que habías previsto pero ten por seguro que te aguardarán vivencias mejores. Todo cambio externo implica un cambio interior que nos hará crecer sin duda algúna.
No pares, ve el lado positivo de una mala situación, que seguramente la haya, no te dejes vencer y demuestra al mundo que tu ímpetu te ha levantado.
E. M§
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