Con una furgoneta cómo domicilio viajaba por el mundo con lo imprescindible. No necesitaba muchas cosas para vivir, comida, bebida, una poca de ropa para cambiarse y muchos libros.
Con su casa a cuestas estaba llegando a Gran Canyon en Arizona, una zona que había tardado en conocer pero que cuando la visitó por vez primera quedó tan impresionado que se prometió volver pronto. Ahora estaba llegando para quedarse en los alrededores a beber de la esencia del abismo, del paisaje, de la paz, de la grandeza de la vida porque las montañas también son vida de alguna manera.
Había comprado víveres y bebidas en un pueblo precioso cerca del Gran Cañón llamado Ash Tenedor y tenía todo lo que necesitaba. Había sido durante muchos años profesor de espeleología por lo que las cuevas y la montaña eran su mundo.
Cuando estuvo de nuevo allí volvió a quedarse sin habla por el espectáculo que veía ante sus ojos.
Decidió viajar solo porque quería recordar el que iba a ser su último viaje y necesitaba pensar, vivir con poco y hacer una criba de su vida.
La vida le había dado un palo muy fuerte del que aún se estaba reponiendo y por esa razón, sin decir nada a nadie de su entorno, les comunicó de buenas a primeras que se iba a recorrer lugares soñados. En ese periodo de su vida no tenía pareja y sus padres habían fallecido cuando él tenía 25 años, episodio que le marcó para siempre.
Sólo tenía un hermano y también tenía sobrinos. Sabía que su hermano era feliz con su pequeña familia y aunque se querían a rabiar ambos habían respetado sus espacios.
Buscó un lugar para pasar los próximos días y para poder hacer rutas andando. El sitio elegido fué un aparcamiento para acampar junto a otros vehículos que ya estaban allí. No había mucha gente porque con la pandemia todo estaba más vacío de lo habitual.
Se dispuso a cenar algo ligero para acostarse pronto y levantarse bien temprano a empezar con sus excursiones. Mientras cenaba se hizo un croquis con la ruta que iba seguir.
Esa misma noche salió de la carabana porque una especie de sollozo lo despertó… En la luz de la luna miró alrededor y sólo vió tres carabanas más allá aparcadas y no observó ninguna luz encendida. Por un mometo pensó que lo había soñado pero al darse la vuelta le pareció ver una figura blanca sentada en las escaleras de una de las carabanas…..
Era una joven que sollozaba sin consuelo. Lo hacía lo más bajo que podía para que nadie la oyera. Se acercó junto a ella porque verla allí sola llorando le partió el alma.
_¿estás bien?
_Perdona, te he despertado… Lo siento mucho.
_no, no tranquila sólo me has preocupado. Estás aquí sola y este paraje está muy solitario_
La chica se limpiaba las lágrimas con la mano y el chico le dio un pañuelo de papel.
_Es que la vida se ríe de mí, la vida no me quiere, ella juega conmigo y me da cosas para luego quitármelas_
_… ¿por qué dices que la vida se ríe de ti? Estás en el Gran Cañon y has de sentirte afortunada por ello. ¿Has venido sola?_
_Sí se ríe de mi y sí he venido sola_
Ambos sin apenas darse cuenta empezaron a hablar casi toda la noche y la joven por unas horas no pensó en la causa de su sufrimiento.
_He llorado por quien no había de llorar y he rechazado a personas merecedoras de mi amor. He dejado de vivir otras experiencias por amor y ahora me doy cuenta que renunciar a algo no es amor_.
_¿Entonces estás así por amor?
_No, estoy así por mi torpeza y porque quizás ahora sea tarde. Ahora, tal vez, no me quede tiempo para absorber la vida y toda su esencia_.
Ella se lo quedó mirando y se percató que el chico era super guapo. A la luz de la luna su rostro parecía de otra dimensión y le sobrecogió su manera de escuchar.
Era de día ya y ambos no paraban de hablar y de contarse sus vidas. Decidieron viajar juntos y entablaron una amistad propia de amigos que llevan toda una vida conociéndose.
Recorrieron estados, pueblos, valles y un buen día se hicieron la pregunta directa que ambos habían evitado por dos meses.
_¿Por qué viajas sola? Preguntó él_.
Ella se quedó en shock y sus ojos se llenaron de lágrimas.
_porque no quiero que nadie me acompañe en mi dolor_
Ella le explicó que le habían diagnosticado cancer de mama y que antes de iniciar tratamiento quería vivir lo nunca vivido. Que ese viaje lo quería hacer sola y que su familia aún no sabía nada. El cancer lo tenía muy avanzado y el pronóstico no era bueno.
El se quedó atónito y sus ojos dejaronn ver lágrimas..
_no estés triste por mi.. He llorado mucho pero ahora lo acepto y mucho más después de haberte conocido_
_no si no lloro por ti, lloro porque yo estoy en tu misma situación y ahora sé por qué teníamos que encontrarnos.
Los dos siguieron su recorrido conjunto por todo EE. UU ahora más unidos que nunca dejando la caravana de ella en un parking y pasando a hacer el viaje ya juntos en el mismo vehículo.
Se enamoraron, se quisieron y se dieron ánimo y os puedo decir que despuës de veinte años siguen vivos y curados.
La mente humana y el amor son tan poderosos que pueden ejercer control en la sanación, tener un incentivo para seguir viviendo te genera tal cantidad de endorfinas que puede ayudar en la curación.
Vivieron tan felices que ambos no pensaron jamás en la muerte, sólo pensaban en vivir el momento que ya duraba veinte años.
Los milagros existen, las curiosidades en la ciencia también y el amor es todopoderoso.
Aunque todo esté dicho mientras hay vida hay esperanza. Una nueva ilusión, los tuyos, la medicina, todo es un compendio de factores que pueden influir en positivo en la mente humana.
FIN
E. M§
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