Publicado en Entretenimiento

Una golondrina me habló.

Cogí el petate y salí a ver el mundo que me rodeaba para cercionarme que aún había vida después de lo que me había pasado.

Todo parecía igual, todas las maldades aún estaban por el mundo campando a sus anchas y nadie había cambiado en su manera de existir.

Me acerqué a hablar con las gentes de los lugares que visitaba y me parecieron personas normales con problemas normales y con ilusiones normales, por lo que no entendía donde se encontraba esa maldad que el aire me traía con un aroma a perversidad.

Seguí descubriendo culturas y todas me parecieron únicas quedándome asombrada porque seguía sin ver a la gente mala.

Recorriendo la tierra me empapé de todas las costumbres, de todas las leyes de los hombres y de todas las bondades, que las había, pero seguía sin descubrir los defectos de la gente.

Un buen día llegando a un paraiso en la tierra lleno de cascadas y jardines verdes se acercó una golondrina y me susurró al oído: _no ves la maldad porque no has puesto tus ojos en cómo la humanidad trata a sus animales, si lo hubieras hecho acabarías descubriendo que todo aquel que maltrata a un ser vivo por el solo hecho de matar es malo, perverso, dañino y todo aquel que no hace nada para impedirlo se convierte en cómplice. Todo aquel que no ama a los animales, no ama a la humanidad y todo aquel que los daña, daña a la humanidad_.

Lo entendí de inmediato y comprendí que la maldad no está en ver a la gente actuando cuando todos miran, la maldad está en el alma agazapada y preparada para atacar en la oscuridad a la bondad de los más débiles.

«Por sus actos los conoceréis» y tuve que dar la razón a la golondrina, muy a mi pesar, porque comprendí que la humanidad seguía sin entender que los animales se merecen el mismo respeto que todo lo demás.

SI NO TE GUSTAN LOS ANIMALES POR LO MENOS NO LOS MALTRATES NI LES NIEGUES AYUDA.

E. M§

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Autor:

He aprendido a disfrutar con las cosas pequeñas que no tienen precio, todo lo que se puede comprar carece de valor en mi alma.

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