Sintió un nudo en la garganta cuando le gritó que no valía para nada, que nunca conseguiría nada sin él y que nadie la querría nunca cómo la amaba él.
Ella lo tenía tan interiorizado que se lo acabó creyendo. Él le cuestionaba su manera de vestir, se enfadaba si hablaba con compañeros de trabajo y jamás le permitió salir con sus amigos si él no la acompañaba.
Vivió un calvario aunque al mismo tiempo sentía una pena y congoja por su marido que le impedía marcharse. Lo pensó muchas veces, lo soñó otras tantas pero ese mal llamado amor que sentía quemar dentro de su corazón se lo impedía.
Lloró con cada bofetada, lloró cuando él después de hacerlo se arrodillaba pidiendo perdón, suplicando, gritando para que no lo dejara…

Pero él no se imaginaba que llegaría un día que rompería con todo ese dolor y se alejaría de él dejándole una huella que jamás olvidaría.
Y ese día llegó sin tardar porque ya no aguantó su último maltrato……
Desde entonces cambiaron los roles, ella se liberó y él vivió toda su vida con el recuerdo de un amor verdadero lejano y desperdiciado. Él nunca volvió a enamorarse y jamás la pudo olvidar. Ese fué su castigo.
El legado que le había dejado él había sido dolor, falta de autoestima, falta de confianza, complejos, miedos, desesperación y sobre todo desde ese día dejó de creer en el amor.
Pensaba en enamorarse y le daba náuseas, pensaba en volver a compartir su vida con alguien y le daba pavor y así pasaban los años con esa carga que guardaba dentro. Nunca lo exteriorizó ni siquiera a sus allegados, ella vivía cómo si nada hubiera acontecido porque así se autoprotegía y no quería que ni sus familiares más cercanos notaran su melancolía y dolor aunque sabían ya lo que había sido su vida. Su actitud ante todo lo que había sufrido fué lo que verdaderamente la marcó.
Su cara reía pero sus ojos lloraban, sus manos tocaban pero su cuerpo no sentía, recorría su vida atenta y a la defensiva para que nadie se volviera a aprovechar de su inocencia y así de esta manera se construyó un fuerte en contra del mundo exterior. La gente pasó a no importarle, los nuevos comienzos se quedaron en el camino, sus sueños acabaron rotos e irrecuperables pero no exteriorizó ni por un momento todo lo que ardía en su interior.
Ella estaba lejos de imaginar que tardaría bastante en abrir los ojos y pedir ayuda, ella estaba lejos de saber que su tortura interna iba a empezar a derrumbarse para abrir paso a una vida llena de comienzos.
Cuando todo lo que llevas dentro lo envuelves de falsa realidad y lo dejas guardado sin sacarlo, el peso es tal que no te deja levantar cabeza, sin embargo a medida que exteriorizas y vences tus temores todo vuelve a empezar y las oportunidades, que ya estaban ahí, empiezan a presentarse para que, ahora sí, las tomes y las aproveches.
E. M
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El poder de convicción en beneficio de uno para que se sienta superior a los demás, se llama manipulación psicológica y emocional. Y lo único que se pretende es que su compañero igual que el, se convierta en su esclavo y servidor. Sin haber otras salidas y otros medios «allá fuera». […]
No soy psicólogo ni mucho menos pero los resultados de estas < estrategias (en el siglo XXI) en el 95% de los casos (por suerte) acaban en:
"No sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes"
El porcentaje restante son desgracias y tragedias donde "la muerte es la protagonista y no hay solución al problema.
¡¡Elena!!, un abrazo fuerte.
GeorgioGalben,
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Igualmente y gracias
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