Publicado en Entretenimiento

La diferencia de ser buena persona.

La maldad te presenta un camino precioso cuyo final es un agujero negro de desolación. Ve con alguien que sólo te lleve por caminos sin recodecos oscuros.

En este mundo maquiavélico en el que las maldades escaparon de la caja de Pandora sólo nos salva el acercamiento a personas benevolentes y buenas. Todo aquel que se rodee de mezquindaz acabará siendo mezquino, todo aquel que comulgue con la maldad acabará siendo malvado.

«Dime con quien andas y te diré quien eres», frase cierta donde las haya. Todo aquel que se deja deslumbrar por fachadas, por portadas y no lee las páginas interiores puede acabar rodeado de personas que lo convertirán en alguien que quizás no quieran ser.

Hace ya mucho tiempo que he apartado de mi vida a todo aquel que no me aporta, a todos aquellos malvados de corazón, a todos aquellos interesados y envidiosos encontrándome que de diez sólo unas tres o cuatro personas eran compañias convenientes y sinceras. Sobre todo la que ha estado conmigo sobre viento y marea es mi hermana. Por ella daría mi vida, por nadie más.

Todos los demás tenían un interés oculto para estar al lado mío y cuando he tenido que subir una cuesta se han quedado en el valle sin apoyarme en mi subida.

«Mejor sola que mal acompañada» otra verdad cual teorema, hay veces que quien tienes a tu lado te aporta vibraciones negativas que acabarán siendo parte de tu vida y la única solución es la lejanía con ellas.

Si a una persona malvada se le une otra igual, la maldad se apodera del entorno. Si una persona buena se acerca a una malévola es más probable que la maldad gane la partida pero si una persona buena se rodea de gente benévola la bondad y la empatía guiarán sus pasos.

Por eso es tan importante unirte a buenas personas, a gente con sus virtudes y defectos pero que en el fondo son individuos de buena voluntad. Gran parte de las mayores crueldades de la historia fueron ejecutadas por líderes malignos cuyo atajo de adeptos eran aún más malvados que ellos.

Por lo tanto en esta época de mi vida en la que no tengo nada que explicar a nadie he renunciado al amiguismo hipócrita, he renegado de las amistades de pega y me he dado cuenta que soy mucho más feliz y mucho más dueña de mis actos sin tener al lado a personas sin luz.

E. M§

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Autor:

He aprendido a disfrutar con las cosas pequeñas que no tienen precio, todo lo que se puede comprar carece de valor en mi alma.

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