
La vi siempre tan buena persona que no se merecía su mala suerte en el amor. Clara nunca fue consciente del carisma y la luz que irradiaba, ella con tantas heridas en su corazón, no se daba cuenta que todo el que la conocía se iba de su lado siendo mejor persona.
Era imposible conocerla y no tener ganas de protegerla y abrazarla.
La vi muchas veces cometer errores con sus relaciones, estar con hombres que no merecían la pena y aunque yo le daba señales, su buen corazón siempre daba oportunidades a sabiendas, que quizás, no servirían de nada. Un buen día se armó de valor y se apuntó a una escuela de espeleología para olvidar su última y amarga relación.
Allí conoció a su pareja de clase que en un principio no le impresionó demasiado. Ella no estaba abierta al amor pero su hermana casi la obligó a matricularse en esa escuela para que se olvidara del sinvergüenza que la cambió por completo.
La dejó vacía, sin autoestima y sin ganas de vivir. De eso ya hacía casi un año y en ese tiempo sólo había sido un cuerpo sin alma.
Saludó a su pareja y él le devolvió el saludo con dos besos en las mejillas. Cuando oyeron al profesor y se unieron para realizar un ejercicio, él la cogío de las manos y en ese momento toda su alma empezó a volver a su cuerpo.
El era alto moreno y bien parecido pero lo que le cautivó fue su voz y su manera de hablarle.
Se fué a casa sin dejar de pensar en ese hombre que, sin conocerlo apenas, le abrió un poquito ese corazón que tenía encerrado en un cofre con mil candados.
Se le hizo larga la semana hasta el próximo lunes que le tocaba la siguiente clase.
Se volvieron a encontrar y ambos parecían contentos de volver a verse. Nunca nadie le había tratado igual, nunca nadie la había escuchado…. Y sin pensarlo su corazón cada vez se abría un poquito más.
Empezaron a quedar después de clase en una cafeteria y ambos hablaban de sus vidas, de sus sueños,de su pasado y estar con alguien con el que que podía hablar sin medir las palabras, con el que se sentía ella misma sin tapujos ni fingimientos, estar con alguien que por primera vez la respetaba le hizo abrirse sin temor y sacó todo lo que tenía guardado.
Ya llevaban varias semanas quedando después de las clases y empezaron a citarse otros dias.
Esa sensacion era nueva para Clara. Ella había sufrido tanto que se tenía que pellizcar para comprobar que todo era real.
Una noche él la llevó a un emblemático local de copas rodeado de libros y alli se sentaron para seguir conociéndose.
Él se preocupaba por saber de ella, de su trabajo de sus inquietudes y Clara estaba en una nube. De buenas a primeras le coge las dos manos y le dijo _no puedo más, ya habrás notado que me tienes encandilado, no puedo dejar de pensar en ti, no duermo, no me concentro y tenía que decírtelo. Me gustas muchísimo y quisiera que me dieras una oprtunidad para hacerte ver que todos no somos iguales._
Ella no se esperaba esa confesión tan pronto y se quedó por un momento paralizada. Pero trás recomponerse no pudo por menos que confesarle que ella sentía lo mismo.
En ese bar de copas y rodeada de libros, su gran pasión por otra parte , se dieron el primer beso y salieron juntos cogidos de la mano.
Nunca la había visto tan ilusionada ni tan feliz. Por primera vez tras muchos meses de agónicos recuerdos, se olvidaba de su mala experiencia y eso me alegró por ella.
Pasaron varios meses y cada vez que se veían era mejor que la anterior, llegaron a conectar de tal manera que él con sólo mirarla comprendía su mensaje.
La noche de Reyes, ya llevaban unos tres meses saliendo, quedaron para ver la cabalgata, cenar y pasar toda la velada juntos. Era ya la una de la madrugada cuando se dispuso a acercarla a casa en su moto.
A medio camino paró en una calle y la hizo bajar.
_Cariño, cada vez que estoy contigo me olvido de todo y se me ha ido de la memoria darte tu regalo de Reyes_
_pero yo no te he traído nada, pensaba dártelo mañana_.. _ya es mañana- dijo él y abrió el maletero de la moto sacando un pequeño regalo envuelto.
Ella, un poco avergonzada, lo abrió y se quedó perpleja porque era un trozo de carbón de los de dulce. No sabía qué decir y por un momento no sabía cómo actuar. Cómo toda su familia era muy bromista pensó que era una broma y empezó a no darle importancia.
Clara no era para nada materialista pero yo le ví en sus ojos decepción y un poquito de esperanza a la vez.
Ella le dió las gracias y nuevamente se montaron en la moto rumbo a casa de Clara. Ella en el fondo sabía que era una broma pero sin quererlo sintió un nudo en el corazón y una decepción porque no creía que fuera el momento de bromear.
Cuando llegaron a la puerta de Clara ella le dió el casco y se despidió con un beso. Cuando giró para irse él la cogió del brazo, la acercó hasta él y le dio un beso que le hizo temblar todo su cuerpo.
._Te olvidas de algo cariño. Te dejas tu regalo_.. Ella lo miró cómo diciendo «ya te vale» y lo cogió.
_espera, espera no te vayas, te he regalado carbón y no me has dicho si te ha gustado_ Él dio un pequeño mordisco a ese dulce destinado a los niños malos y después ante sus ojos abrió con sus manos el carbón por la mitad y dentro había un hermoso anillo con un diamante que brillaba a la luz de la luna cómo una estrella.
_cariño te he regalado carbón porque un diamante no deja de ser carbón. ¿Aceptas este anillo cómo mi prometida, cómo mi compañera de vida, cómo la madre de mis hijos? _
Clara lo miró con lágrimas y lo agarró tan fuerte diciéndole que sí que casi no lo dejaba respirar.
Y así empezó esta historia de amor que dura hasta hoy…. Con el mismo respeto, pasión y comprensión que la de entonces.
La miré tan contento que pensé que mi trabajo ya no sería tan duro. Y ¿Quién soy yo os preguntaréis? Pues me llaman de muchas maneras, angel de la guarda, destino, suerte, oportunidad soy todo aquello que está contigo para ayudarte, protegerte y consolarte..…..
Finnnn
Elena. M§
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