¿Por qué ahora más que nunca, el desarrollo personal está a la orden del dia? ¿Por qué ahora nos estamos centrando mucho más en conocernos, en saber identificar nuestras emociones, en preocuparmos más asiduamente de las relaciones interpersonales?

La respuesta creo que está en nosotros mismos. El autoconocimiento nos permite profundizar en nuestras sensaciones, en las relaciones con los convivientes con los que hemos pasado tantas horas y todo esto nos lleva a un ímpetu por aprender mucho más sobre nuestro desarrollo personal.
Y la verdad es que es comprensible. En la vida diaria casi no tenemos tiempo de preocuparnos por nosotros porque nuestra rutina diaria no nos deja ni un minuto para analizar nuestros comportamientos y el porqué de ellos, pero en esta época de recogimiento en nuestros hogares hemos tenido muchos minutos para analizar sobre estas cuestiones.

Ahora nos preguntamos ¿por qué actúo así? ¿Por qué no tengo paciencia? ¿Por qué me aburro y carezco de hobbies que me llenen? Te percatas cuán vacías están tus espectativas y cuán vacia está tu vida porque no tienes nada que llene los momentos muertos.
Esta pandemia tan mortal para todo el mundo ha sacado lo mejor y lo peor de todos nosotros abriéndonos los ojos a un reguero de sentimientos guardados en nuestra psique. Sentimientos escondidos sin ser analizados y que se horneaban en nuestras cabezas para salir en forma de bomba explosiva y sorprendernos con el resultado.
Estar 24 horas en nuestro domicilio trabajando o sin trabajar nos ha despertado del letargo continuo en el que estábamos. Con este tiempo hemos podido conocernos más y quien ha sido listo, ha profundizado en sus deseos más escondidos y quizás se haya dado de bruces con una realidad no deseada.

Las batallas se ganan más que conociendo al enemigo, conociéndote a ti mismo por lo que todo el esfuerzo empleado en tal fin es un esfuerzo bien empleado.
A mí personalmente me ha servido para saber a ciencia cierta los aspectos y situaciones que no quiero ya en mi vida. He podido acatar aquello que mi cerebro hacía mucho me iba gritando. No lo quería escuchar porque cualquier cambio era desaprobado por mi, pero en estos años con una situacion personal al límite he podido tener claro hacia donde quiero encaminar mi día a día.
De todo lo negativo se extrae alguna enseñanza y en este caso ha sido el conocimiento individual por encima del conocimiento de los demás. Para poder curar has de estar sano, para poder enseñar tienes que haber aprendido y para poder ayudar tienes que ayudarte tú en primer lugar.
Si este maldito sueño ha servido para sacar nuestras debilidades y conocer nuestras fortalezas entonces no habrá sido un tiempo perdido. Lo verdaderamente aterrador es que hayan muerto tantas personas para que tengamos la capacidad de abrir los ojos a una realidad latente.