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NO JUZGUES, SINO QUIERES SER JUZGADO.

Hoy empiezo con el título de una película «La cabaña»,recomendable al 100%. Esta película de una manera u otra no te va a dejar indifetente.

Y empiezo con este título porque en este filme aparecen estos sentimientos tan negativos de los que gozan algunas personas que no son otros que los de juzgar a los demás por la apariencia, por la forma de vestir, por el color de la piel, por la manera de hablar etc, etc.

Somos muy dados a vanagloriarnos diciendo __Buff, yo en cuanto lo vi ya sabía cómo era__ o __Buff, lo he visto y este personaje no me gusta nada, fijaros cómo va vestido__

¡No me digáis que no habéis oído estas palabras alguna vez!, incluso en alguna ocasión nosotros mismos las hemos podido pronunciar.

MUY MALLLLLLL

Siempre he dicho y digo que nadie está en los zapatos de nadie y la apariencia engaña algunas veces dando paso a una persona maravillosa.

Esas lenguas viperinas capaces de vilipendiar sin remordimientos al prójimo habían de ser castigadas con los males que algunas personas buenas sufren. Ésto que digo suena cruel y quizás lo sea, pero más cruel considero que un niño se suicide por el acoso de sus compañeros o más cruel me parece que alguna persona buena se aisle por el continuo critiqueo de otros que en masa se sienten mas valientes.

El perdón te libera y estoy de acuerdo, pero enseñar al que no sabe también te hace libre. Nuestra arma más poderosa, algunas veces, es el silencio pero muchas otras es la propia palabra, decir alto y claro lo que no vas a consentir, salir con la cabeza alta y mostrar indiferencia.

La maldad humana no tiene parangón y cuanto más vemos hundida a una persona más la pisoteamos.. ¿En qué nos convierte este comportamiento?

Pensemos y hagamos un examen de conciencia para buscar en nuestra alma si alguna vez hemos criticado a alguien o hemos estado al lado del que lo hacía.

Alejaros de esas personas malas porque aunque tú no critiques, si no haces nada para impedirlo, eres tan culpable cómo el que lo hace.

Piensa que aquellos que juzgan al prôjimo sin saber de sus vidas son los mismos que te juzgarán a ti por la espalda, con la única diferencia que lo que digan de ti será con conocimiento de causa.

ASÍ QUE NO JUZGUES NI CONDENES A NADIE Y NO SERÁS JUZGADO NI CONDENADO.

Autor:

He aprendido a disfrutar con las cosas pequeñas que no tienen precio, todo lo que se puede comprar carece de valor en mi alma.

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