Publicado en Entretenimiento

2021 A LAS PUERTAS…

Bombi (mi gatita) ya no está, pero vivió tan feliz que me queda ese buen sabor de boca.

No quiero acabar mi vida sin aportar nada. No quiero que se acabe mi existencia sin haber dejado huella. No quiero apagar mi llama sin haber vivido todo lo que el cuerpo me dé.

Estamos a las puertas de un nuevo año y empiezan los nuevos propósitos que jamás cumplimos. Hace un año hice una lista de las metas a las que quería llegar y al revisarla estos días, me he sorprendido porque, inimaginablente, he conseguido más de las que me esperaba.

No me había propuesto metas muy disparatadas ni imposibles pero si díficiles y contrariamente a lo que pudiera pensar he podido terminar las más dífices dejando sin acabar las que me parecían a priori, mucho más fáciles.

Otro nuevo año está a punto de comenzar y no sé qué me traerá, porque todo está en el aire. Estoy volando en círculos esperando aterrizar pero aún no es posible. No sé muy bien si la causa es por la incertidumbre que vive el mundo en esta inusual fase o por mis propios miedos a emprender. Estoy desconcertada y presiento que, todavía, no puedo tomar pista.

Sentimientos encontrados de felicidad por estar con los míos y tristeza porque soy consciente de que el año que viene, quizás, ya no estemos todos. No puedo decirle a mi cerebro que no escriba en mi cabeza pensamientos tan tristes, no me hace caso. No quiero luchar contra él por lo que lo dejo que me aleccione y luego mi corazón hará lo que más nos convenga.

Otro nuevo año en el que, ojalá, aparezca la receta mágica para poder volver a nuestro antes, no igual porque he cambiado, pero sí volver a disfrutar de esas cosas ahora lejanas.

Quiero que este año empiece con otra lista enorme de propósitos que procuraré cumplir, pero tampoco me preocupa demasiado. Pienso que mi vida se relentiza, que vivo en cámara lenta y soy incapaz de poner el turbo porque quiero disfrutar..Cómo dice el dicho » vístete despacio que tengo prisa». La velocidad por vivir nos impide disfrutar de la realidad diaria.

Voy descubriendo etapas poco a poco y voy disfrutando de ellas pausadamente. Nadie me hostiga, nadie me presiona y ésto causa en mí una tranquilidad inusual.

Mi cabeza piensa en todo momento, mis manos no dejan de escribir y mis ojos no paran de leer y descubrir. Aunque mis salidas externas son pocas estoy en continuo movimiento.

Ella tampoco me acompañará estas navidades pero toda su vida estuvo rodeada de amor. Eso es lo que cuenta.

En fin, un nuevo sueño empieza y tengo que pensar si cada personaje de mi vida estará en el mismo lugar o tendré que buscarles un nuevo puesto.

Estoy tan abstraida en mi mundo que olvido que fuera, en la calle, es donde está la vida, la energía, la vitalidad.. Y cuando soy consciente de la realidad, no puedo evitar sentir confusión.

Mis anhelos más inmediatos es que todos los que me rodean se sientan bien, y si eso es así ya soy feliz.

Espero que vuestro próximo año sea tal y cómo lo imagináis…..

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Autor:

He aprendido a disfrutar con las cosas pequeñas que no tienen precio, todo lo que se puede comprar carece de valor en mi alma.

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