Escribes para olvidar, para perderte entre las palabras y que nadie te pueda encontrar.
No sabes cómo calmar ese dolor que te ahoga el alma y letra a letra derramas todo lo que llevas dentro para que la carga no te sea tan pesada.
Cada nuevo despertar es para ti una agonía que no tiene cura, que no tiene salvación y con cada palabra te alejas, aunque sea un poco, de tu dura realidad.
Piensas y piensas que estás en un bucle sin poder salir de esa rueda que vuelve una y otra vez al mismo punto y tú estás atrapada en él.
El mundo se ha enquistado y cada vez la podredumbre es mayor. Cada vez estamos más lejos de la bondad, de la buenaventura. Y tú te das cuenta que no tienes ni una pizca de semejanza con él.
Qué diferencia lo bueno de lo malo y qué recompensa hay con cada elección? Estamos en el mundo al revés, en el universo del poder maligno. Aquel que es perverso gana.
Ésto no es un cuento con final féliz, no es una película de caballeros y villanos, ésto es la vida real y en ella los malvados obtienen la victoria. Cuando una persona de alma negra gana, el universo se pone a sus pies, pero cuando alguien bondadoso intenta conseguir la victoria, no obtiene recompensa, sólo le espera un final agónico.
Las palabras te liberan de todo lo que explota en tu interior y con cada renglón escrito te liberas, aunque sólo sea un consuelo fugaz porque cuando dejas de escribir todo vuelve a empezar.
Tienes la sensación de haber perdido la partida por hacer lo correcto, por vivir la vida cómo tenía que ser, has tejido tu vida pensando en lo mejor para el resto sin olvidar que tú y los tuyos eran la prioridad.
Todo ha cambiado y tú misma te das miedo de lo que pueda acontecer a partir de ahora en que vivirás tu vida de otra manera.
No le permitirás a nadie dañarte, te alejarás de la vida que no te gusta y por primera vez vivirás por y para ti.
No pensarás si es egoísmo o no, no barajarás las consecuencias, no vivirás según las reglas aunque esa elección se convierta en soledad. Quien te pise se romperá las piernas, quien te ate fracturará sus manos y quién te ame saldrá roto de dolor.
El bien y el mal se ha tragiversado y todo gira alrededor de aquel que quita de su camino cualquier obstáculo, cueste lo que cueste.
Ya no puedes llorar, derramaste todas las lágrima y ahora no expresas tu tristeza. Por tu ojos no asoma nada, sólo la visión del mundo y te enfada.
Elena, excelente entrada me ha gustado mucho.
Un abrazo
Elvira
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