
– Del libro «Eva Luna» de Isabel Allende (1942),
No pensé que te vería.
No imaginé tal compañia
tampoco pensé que vendrías
con voz amable y tranquila.
Todo lo dicho es verdad.
Todo lo cantado confirma
que ella es cómo es.
que ella sin avisar nos vigila.
Miedo ni por asomo yo siento,
Pavor es imposible tener.
Calma asombrada presiento
y me siento enmudecer.
No querría irme de aquí,
cuán corta mi estancia ha sido,
pero alegre abandono este mundo
sabiendo que tú no te has ido.
Ella me tiende la mano
me agarra con todas sus fuerzas,
pero cuando a su lado llegué
alguien me gritó con gran fuerza.
Te dije adiós, hasta luego.
Me alegro de conocerte,
sé que serás bienvenida
cuando vuelvas con mi suerte.
No es un adiós para siempre,
es sólo un viaje pospuesto,
sé que me esperas contenta,
sé que estarás muy alerta.
De momento aquí me quedo,
con alegría comienzo,
nueva etapa colorida
nueva vida y nuevo sueño.