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UN MINUTO DE FELICIDAD ES MUCHO…. #unminutodefelicidad ☆☆☆☆☆

¡Cuántas frases y poesías se han elaborado cuya protagonista es la felicidad!

Cada autor, cada persona ve este estado de bienestar de una manera diferente, así pues no es erróneo decir que la definición de felicidad es tan amplia cómo habitantes hay en nuestro planeta.

Pero yo os voy a hablar de lo que para mí es la felicidad, esa sensación, ese estado de bienestar que aunque a todos se nos llena la boca de pregonar que somos felices, la verdad es que serían muy pocos minutos los que verdaderamente hemos experimentado este bendito regalo.

Jorge Bucay, en uno de sus libros»Cuentos para pensar» habla de un cementerio en donde las lápidas reflejan el nacimiento y la muerte de sus moradores y un caminante que se acerca a visitarlo se percata que todas las tumbas son de niños porque las edades vividas son muy cortas. Sorprendido de este cementerio le pregunta al cuidador del campo santo y le confiesa su extrañeza de que hubiera un lugar destinado sólo al descanso para niños. En una lápida el niño había muerto cuando contaba con 7años, otro con 3, otro con 12…El cuidador sonriendo le aclara que no es un cementetio de pequeños habitantes sino que esa corta edad vivida es el tiempo que cada persona enterrada allí había sido plenamente féliz en su vida. El caminante se sorprendió y no tuvo por menos que darle la razón.

Y es que la felicidad no es un estado longevo, son pequeños momentos puntuales que sumados todos juntos representan una pequeña porción de nuestra vida.

Pero ¿por qué es así, si nosotros somos felices, nos gusta nuestra vida, nos reímos….?

Porque mal entendemos la felicidad. Creo que creemos (valga la redundancia) que situaciones que vivimos nos hacen felices, pero aún estando en la playa disfrutando del verano, nuestra psique está pensando en problemas, en cosas que hacer, en futuros planes y el hecho de tener la cabeza en otras cosas no nos deja disfrutar lo que estamos viviendo.

He repetido en mis blogs que la felicidad no está tanto en las metas a conseguir cómo en el camino que recorremos. Así pues nuestra mente que siempre está en marcha no nos deja disfrutar el hoy y el ahora.

La felicidad es precisamente eso, disfrutar el aquí y ahora.

La felicidad no depende de donde estés, de con quién estés, de cuanto tienes o de qué poco tienes, la felicidad es no pensar nada más que lo que está sucediendo ahora. Si tuviéramos la facultad de enseñar a nuestra mente a no elucubrar sobre lo que ha de pasar o de lo que pudo ser, entonces seríamos felices.

El valorar lo que pasa hoy, te hace no tener expectativas y por ende, conseguirás no defraudarte si no lo consigues, si por el contrario logras alcanzar tu objetivo, serás doblemente féliz, por el camino recorrido y por la meta.

Lógicamente hay que tener metas y se pueden tener, pero la verdadera parrilla de salida es levantarse por la mañana y disfrutar el día al máximo, haciendo dentro de lo posible lo que te guste hacer hoy y con quien lo quieres hacer.

¡Cuántos planes se han quedado en el camino de «ya lo haré este verano, o mañana o pasado mañana», y luego no los has podido hacer porque el destino tenía otra hoja de ruta destinada para ti!.Entonces te fustigas porque piensas que perdiste la oportunidad de hacer aquello que te apetecía por algo que iba a pasar. Cómo dice el dicho «más vale pájaro en mano que ciento volando».

Si quieres ser féliz, enseña a tu cerebro a no pensar en mañana, edúcalo para pensar en hoy, porque así día a día conseguirás ser féliz con las cosas pequeñas.

Cuantas veces hemos rechazado planes que nos hacían ilusión porque pasado mañana ibas a hacer otra cosa y rechazabas el hoy. Luego ese mañana no ha llegado y has perdido dos oportunidades.

Nadie ni nada merece que pospongas tus deseos, y si haces algo por obligación no es felicidad.

Pongo el ejemplo del cuidado de mi madre impedida. Quizás la gente desde el exterior piense «menuda carga» pero nosotras somos felices así, no pienso que pasará mañana, ni pienso que hice ayer o el año pasado…Ahora soy féliz haciendo lo que hago en todos los sentidos y quizás otros años de vacaciones he sido menos féliz aunque pueda parecer lo contrario.

Haced este ejercicio, si tuviérais que contar la felicidad por momentos, por minutos que habéis sido plenamentente félices, igual os sorprendería el número. Y no me refiero a estar contentos, a reir, no, me refiero a estar henchidos de felicidad cómo el nacimiento de un hijo, la graduación de tu hijo, el día de tu boda….momentos concretos de felicidad, el resto es estar contento, que no es lo mismo que ser féliz.

Cuando ya tienes a tu hijo, tu cabeza deja de estar en ese estado para empezar a preocuparse. Es una preocupación constante, que no cambiarías por nada del mundo pero ese momento de felicidad máxima desaparece porque no dejas de pensar en lo que le pueda pasar si sale, si coge el coche, si tiene un desamor…..

Luego ya es un «ay» constante…y así con todo en la vida. La felicidad son sólo momentos…..

La felicidad en la gente inteligente es la cosa más rara que conozco. 

Ernest Hemingway

Sabiendo ésto, creo que lo tenemos mucho más fácil para conseguir tan ansiado regalo. Mira hoy cuando te levantes y sé dichoso porque tienes un techo que te cobija, tienes fogones para hacerte un café, tienes ropa que elegir, y a tu lado está quien quieres que esté.

Si las pequeñas cosas no te hacen féliz, jamás conseguirás serlo ni con las cosas más grandes.

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Autor:

He aprendido a disfrutar con las cosas pequeñas que no tienen precio, todo lo que se puede comprar carece de valor en mi alma.

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